domingo, 17 de febrero de 2008

"Sueño con la misa del domingo"

En Galicia hay 712 enclaves con un solo habitante, que suele resistirse a dejar el lugar mientras espera los días de fiesta para que vuelvan los que marcharon

No es la mejor hora, las nueve, noche cerrada, para visitar a Emérita en su casita del bosque. Emérita Cuíña Abel, 90 años, huérfana de hija y de marido, viuda ya de todo, abre la puerta antes de que nadie llame. La soledad le ha afinado el oído y, a una edad que encierra a todos en una burbuja de silencio, Emérita escucha hasta las pisadas en la hierba del sendero que lleva a su casa. Se conoce que hace poco que pasó una cuadrilla municipal a segarle el camino, porque cuentan en Palas que aquello era una selva y los tojos medrados cegaban la entrada.
Ginio, el esposo de Emérita, era minero en Villaseca (León) y murió hace dos décadas, con los pulmones de piedra, en el hospital de Ponferrada. La mujer y la hija, enferma desde los dos años, regresaron a Palas. Con los ahorros, Emérita construyó un caseto de ladrillo sin enlucir en Agro, cerca de Pena da Merla y a 15 kilómetros de la capital del municipio. [Seguir Leyendo]

Silvia R. Pontevedra, EL PAÍS, 17-2-2008

No hay comentarios: