martes, 29 de julio de 2008

Investigan el aprovechamiento de cáscara de castaña para depurar aguas residuales


Un equipo de investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Santiago de Compostela están desarrollan un proyecto de investigación sobre el aprovechamiento de la cáscara de castaña para depurar aguas residuales.
La finalidad de esta iniciativa que coordina la profesora Julia González Álvarez es emplear los desechos de castaña como absorvente de compuestos contaminantes presentes en las aguas residuales industriales.
El uso de la cáscara de castaña para este fin es novedoso, según indica la profesora González Álvarez, aunque “la limitación de que es un residuo estacional”, apunta.
Según los datos que maneja su departamento, lo habitual es que las fábricas que se dedican a la elaboración de productos derivados de las castañas suelen utilizar las cáscaras como combustible. Sin embargo, su equipo de investigadores buscan ahora nuevas aplicaciones para este residuos renovable “con la finalidad de lograr su revalorización”.
Una de las posibles aplicaciones que analizan es, en este sentido, usarlas como una especie de filtro absorbente. “Tratamos de eliminar cationes metálicos de plomo, cobre, zinc o cadmio y también compuestos fenólicos”.
Los desechos del fruto deben pasar antes por una fase de acondicionamiento y luego someterse a un pretratamiento antes de ponerse en contacto con el compuesto a depurar.
De este modo, “los contaminantes serían absorbidos por la cáscara y eliminados de la solución acuosa en la que se encuentran”
Los investigadores están en este momento tratando de determinar cuáles son las condiciones de operación óptimas para desarrollar el proceso.
El residuo de la castaña supone en torno a un 10% del peso total del fruto, por lo que, por ejemplo, con los datos de la última campaña de recogida, que ascendió a 5 millones de kilos el Bierzo alcanzaría los 500.000 kilos, 500 toneladas, de desechos.
Cabe también destacar, no obstante, que la campaña de 2007 resultó especialmente mala debido a la enfermedad del chancro que está afectando a los castaños y el atípico verano del pasado año que redujo la cosecha hasta en un 70%.
En este sentido, en años de producción normal, los desechos de castaña alcanzarían las 1.500 o 2.000 toneladas